sábado, 9 de febrero de 2013

Discernimiento vocacional

Por nada os inquietéis, sino que en todo tiempo, en la oración y en la plegaria, sean presentadas a Dios vuestras peticiones acompañadas de acción de gracias. (Flp 4,7)

Os presento una página web interesante, creada por el Instituto para la Vida Consagrada (Institute on Religious Life):
http://religiousbrotherhood.com/
Es una página destinada principalmente a la ayuda para el discernimiento de la posible vocación a la vida consagrada. Muy aconsejable si te planteas ser fraile o monje o más bien ser sacerdote diocesano. Está muy bien hecha porque trata todos los aspectos: qué es un fraile/monje ("religious brother"), preguntas frecuentes, proceso del discernimiento, grandes santos, testimonios...
Está en inglés. Aconsejo utilizar Google Chrome para verlo: sólo tienes que darle a traducir página (para instalar Google Chrome pincha aquí).

De esta página extraigo y traduzco el siguiente texto sobre el discernimiento vocacional. Como veis, lo central es la oración (como dice S. Pablo en el texto de arriba).
Una vocación es una respuesta a una llamada del Señor en la que una persona descubre cómo el Señor le desea lo mejor para responder a la llamada bautismal a la santidad. Varía con cada persona, pero a través de la oración y el discernimiento, Dios revelará gradualmente tu vocación particular y tu misión en la vida.
La vocación de uno no puede ser entendida desde la distancia. Mucha gente piensa que no son llamados a ser sacerdote, hermano o hermana, y todavía no han visitado un convento o monasterio o seminario.
Cuando Jesús llamó a los Apóstoles dijo: "ven tras de Mí" y "sígueme". Esto significa que cada uno de nosotros tiene que buscar su vocación y misión en la vida y responder a la invitación de Cristo.
Diez pasos para el discernimiento vocacional:
  1. Tómate tu tiempo y medita en silencio sobre tu vocación, especialmente frente al Santísimo. Deja que Cristo te hable al corazón y te revele su voluntad para ti.
  2. Encuentra un director espiritual -alguien con quien te puedas abrir y sincerar- que pueda ayudarte a descubrir y profundizar en tu relación con Dios y conocerte mejor a ti mismo.
  3. Pide a un sacerdote, hermano o hermana de tu zona local que te ponga en contacto con un delegado o director vocacional.
  4. Lee sobre vida consagrada. Mira buena literatura sobre vocaciones y surfea Internet para más información.
  5. Contacta con comunidades religiosas que te interesen. No tengas miedo de hacer preguntas o recoger información adicional sobre su historia, apostolado o carisma, y profundiza en tu relación con Dios y en conocerte mejor a ti mismo.
  6. Visita aquellas comunidades a las que te puedes sentir llamado. Muchas tienen regularmente programado un fin de semana de visitas "Ven y verás" o retiros vocacionales periódicos a los que puedes asistir.
  7. Construye una relación con aquella en la que te sientas "como en casa". Involúcrate en sus programas de discernimiento o actividades apostólicas. Reza con ellos y pregunta al Señor si eso es para ti.
  8. Discute tus pensamientos y sentimientos con tu familia y amigos. Dios con frecuencia utiliza otra gente para afirmar una vocación o para ayudarte a ver cosas desde una perspectiva diferente.
  9. Espera al Señor. Discernir tu vocación es un proceso gradual. Descubre las virtudes de la paciencia y la perseverancia.
  10. Responde a la gracia de Dios. No tengas miedo de tomar una decisión. Recuerda, la formación religiosa lleva años en completarse y cada paso te ayudará a crecer y a entender mejor y abrazar tu llamada.

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