miércoles, 13 de febrero de 2013

Criterios de discernimiento según San Pablo (1)

Criterios de discernimiento según San Pablo:

1) LOS FRUTOS

Porque toda la Ley se resume en este solo precepto: "amarás a tu prójimo como a ti mismo". Pero si mutuamente os mordéis y os devoráis, mirad que acabaréis por consumiros unos a otros. Os digo, pues: andad en espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la carne. Porque la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu, y el espíritu tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y otro se oponen de manera que no hagáis lo que queréis. Pues si os guiáis por el espíritu, no estáis bajo la Ley. Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, a saber: fornicación, impureza, lascivia, idolatría, hechicería, odios, discordias, celos, iras, rencillas, disensiones, divisiones, envidias, homicidios, embriagueces, orgías y otras como éstas, de las cuales os prevengo, como antes lo hice, que quienes tales cosas hacen no heredarán el Reino de Dios.
Los frutos del espíritu son: caridad, gozo, paz, longanimidad, afabilidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra éstos no hay Ley. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. Si vivimos del espíritu, andemos también según el espíritu. Si vivimos del espíritu, andemos también según el espíritu. No seamos codiciosos de la gloria vana provocándonos y envidiándonos unos a otros (Gal 5,14-26).

Fuisteis algún tiempo tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad, pues, como hijos de la luz. El fruto de la luz es todo bondad, justicia y verdad. Buscad lo que es grato al Señor (Ef 5,8-10).

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