martes, 31 de mayo de 2011

Vosotros sois mis amigos

ELREDO DE RIEVAL, La amistad espiritual, Libro II:

Entre las cosas humanas nada más santo se puede desear, nada más provechoso se puede buscar, nada se encuentra más difícilmente, nada se experimenta con mayor dulzura y nada se posee con mayor provecho. Pues la amistad da frutos en esta vida y en la futura (1 Tim 4,8).
Ella sazona con su suavidad todas las virtudes, destruye con su poder los vicios, suaviza las cosas adversas y modera las prósperas, de suerte que sin un amigo apenas puede haber alegría entre los mortales. Sin ellos el hombre se asemeja a las bestias, pues no tiene con quién alegrarse en la prosperidad ni llorar en la adversidad, ni puede desahogarse cuando asaltan su alma pensamientos inoportunos, ni comunicar las ideas sublimes o luminosas que puedan sobrevenirle.
¡Ay del sólo, porque si cae no tiene otro que le levante! (Cicerón, De Amicitia, 86). Verdaderamente está solo quien no tiene un amigo. En cambio, qué dicha, qué seguridad, qué alegría si tienes alguien a quien puedes hablar como a ti mismo (Eclo 4,10), a quien puedes confesar sin temoer las propias faltas, a quien puedes revelar sin rubor tus progresos en la virtud, a quien puedes confiar todos los secretos y comunicar los planes que abrigas en tu corazón! ¿Puede haber cosa más agradable que unirse un alma con otra, de suerte que no formen más que una sola (S. Ambrosio, De officiis, 134); de tal forma que entre ellas no se tema la arrogancia ni el recelo, que uno no se sienta herido al ser corregido por el otro, ni pueda advertir o acusar de adulación al verse alabado por él?
El amigo, dice el sabio, es medicina de la vida (Eclo 6,16). ¡Qué expresión tan feliz! En efecto, de todas las cosas de la tierra, no hay remedio más enérgico, más eficaz ni más excelente para nuestras heridas que tener quien nos compadezca en las desgracias y se alegre con nosotros en la prosperidad. De manera que, según las palabras del Apóstol, arriman los hombros y llevan mutuamente las cargas (Gal 6,2); es más, cada uno encuentra la propia injuria más ligera que la del amigo.
Así pues, la amistad ilumina la prosperidad, participa en la desgracia y comparte lo ordinario (Cicerón, De amicitia, 22). El amigo es, sin duda, la mejor medicina de la vida (Eclo 6,16). Como les gustaba decir a los paganos, nos servimos más de un amigo que del agua y del fuego (Cicerón, Idem.). En toda actividad y ocupación, en la certeza y en la duda, en toda circunstancia, en todo estado, en público y en privado, en toda deliberación, fuera y dentro de casa, en todas partes la amistad es siempre amable, el amigo indispensable, su influencia provechosa. Los amigos, dice Tulio, aun ausentes están presente; necesitados, son ricos; débiles, son fuertes; y, lo que es más difícil de decir, estando muertos, viven (Idem., 23; ver S. Jerónimo, Carta 8,1).
La amistad es, pues, la gloria de los ricos, la patria de los desterrados, la fortuna de los pobres, la medicina de los enfermos, la vida de los muertos, la salud de los sanos, la fuerza de los débiles y la recompensa de los fuertes. Tan grande es el honor, el recuerdo, la gloria y la nostalgia (Cicerón, De amicitia, 23) que acompaña a los amigos, que su vida es digna de alabanza y su muerte preciosa. Pero hay algo más que supera a todo esto: la amistad es un escalón próximo a la perfección, consiste en el conocimiento y el amor a Dios. El hombre, amigo de otro hombre, se hace amigo de Dios, según aquello del Salvador en el Evangelio: Ya no os llamaré siervos, sino amigos míos (Jn 15,15).

domingo, 29 de mayo de 2011

Blancanieves, pero sin enanitos

Vestíos de toda la armadura de Dios para que podáis resistir a las insidias del diablo, que no es nusetra lucha contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos de los aires. Tomad, pues, la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y, vencido todo, os mantengáis firmes (Ef. 6,11-13).

El domingo pasado el postulante asturiano y yo "nos vestimos de gala". Después de Laudes toda la comunidad pasó a la sala capitular y en una ceremonia muy sencilla bendijeron los hábitos de oblato que nos pusimos acto seguido (a los postulantes, pasado ya un tiempo en el monasterio, se les da el hábito que llevan normalmente los oblatos). Desde entonces, no nos falta ocasión para echarnos la capucha: en la iglesia, en los pasillos, en los jardines...
Pero el detalle con el que me quedo fue el siguiente: lo bien que nos lo pasamos los dos probándonos hábitos, escapularios, capas... ¡Yo haciendo de Superman con la capa, y mientras, el otro tronchándose porque al vernos los dos con capa nos acordábamos de los hobbits del Señor de los Anillos! ¡Qué paciencia la del hermano que nos atendió aquella tarde! Y sobre todo, ¡menos mal que no nos dejó salir de esa guisa por el monasterio... nos habrían echado antes del domingo!
En fin, aquí os cuelgo algunas fotos, y la oración con la que los dos nos estuvimos preparando.



    "Señor y Padre de bondad,
    que nos llamas con tu gracia y nos instas a buscarte;
    ilumínanos con tu palabra, hijos tuyos,
    que queremos responder a tu llamada;
    descúbrenos el camino que debemos seguir para unirnos a Ti,
    y bendice esta santa iniciativa que hoy comenzamos.
    Por Jesucristo nuestro Señor."

FJ

domingo, 22 de mayo de 2011

Sin nacionalismos, pero con sentimiento

Espero en el Señor Jesús poder enviaros pronto a Timoteo, a fin de que yo también cobre ánimo conociendo vuestra situación. Porque a ningún otro tengo tan unido a mí que sinceramente se preocupe de vuestras cosas. Vosotros conocéis su probada fidelidad y que, como un hijo a un padre, me sirvió en el Evangelio. A éste espero enviaros en seguida que sepa el resultado de mi causa, y confío en el Señor que yo mismo podré ir pronto. (2,19-20.22-24).

Sin nacionalismo ninguno, cuelgo este video. Es la primera canción tradicional en euskera que uno de los hermanos me ha enseñado. Expresa bastante bien lo que quiero transmitir.



Hegoak ebaki banizkio            / Si le hubiera cortado las alas
nerea izango zen,                     / habría sido mío,
ez zuen aldegingo.                   / no habría escapado.
Bainan, honela                        / Pero así,
ez zen gehiago txoria izango  / habría dejado de ser pájaro.
eta nik...                                 / Y yo...
txoria nuen maite.                  / yo lo que amaba era un pájaro.



FJ

domingo, 1 de mayo de 2011

1 de Mayo... Zorionak!



1 de Mayo: Zorionak, padre Eduardo, prior del monasterio!
1 de Mayo: Zorionak, aita, mi José obrero!
1 de Mayo: Zorionak, ama, éste es tu día!
1 de Mayo: Zorionak, ahijada, hoy es tu cumple!
1 de Mayo: Zorionak, senideok, ya queda poco para vuestro diaconado!
1 de Mayo: Zorionak, mi parroquia de Ávila!
1 de Mayo: Zorionak, Ama María, éste es tu mes!
1 de Mayo: Zorionak, lagun, hoy te beatifican!
1 de Mayo... Zorionak!

FJ