domingo, 27 de marzo de 2011

Ejercicios


Hoy por la noche comenzamos la semana de Ejercicios Espirituales en el monasterio, hasta el próximo sábado. Un jesuita de Javier pasará la semana con nosotros y será nuestro director de Ejercicios. Rezad mucho por nosotros, para que nos cundan, que aunque aquí nos dediquemos a la oración y el trabajo, unos Ejercicios bien aprovechados cunden mucho...
Así que, como dice el prior, colocaremos un cartel en la puerta del monasterio que diga: "Aunque estemos con Jesús en el desierto, esta semana no vengáis a tentarnos, demonios y demonias, porque estamos de Ejercicios...".
FJ

sábado, 19 de marzo de 2011

Día del seminario 2011 (San José)

Publicado en: Iglesia en Segovia, del mes de marzo.

El día 7 de Octubre comencé un año de prueba en el monasterio trapense de Sta. Mª de Zenarruza, en Bilbao. Éste es, pues, un curso muy diferente a todos los anteriores. Ahora mismo estaría estudiando una especialidad, robablemente los fines de semana de pastoral ya por parroquias y esperando a los 25 años para la ordenación. Pero el Espíritu a veces sopla y nos descoloca todos nuestros planes.

Para un seminarista un año en un monasterio cunde mucho. Soy el pipiolo de la comunidad (de 9 miembros), así que hay que dar vidilla a la casa (respetando el silencio, por supuesto). Aquí no tengo guitarra, así que estoy aprendiendo canto y cítara. Trabajo informatizando la biblioteca, tengo 2 horas de estudio al día (principalmente de la Palabra). Vivo en la montaña, así que (cuando el tiempo vasco lo permite) dar un paseo por el entorno sigue favoreciendo la meditación. Me levanto a las 5:30 de la mañana, directamente para orar, y terminamos con la Salve a las 10 de la noche. Como veis, es un ritmo muy distinto.

Intento aprender de todo y de todos, profundizar en la oración, dejarse hacer también es importante. Jesucristo mismo irá diciendo dónde sirvo mejor, a vosotros y a Él.

FJ

miércoles, 9 de marzo de 2011

Switch off! (Desconecta)

Así la atraeré y la llevaré al desierto y la hablaré al corazón (Os 2,16).
Hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos la Cuaresma. Toda la Iglesia comienza la Cuaresma. Lo que puede resultar extraño es que en un sitio donde ya se vive austeramente pueda renunciarse a algo todavía más (como suele hacer todo cristiano en este tiempo). De hecho, la Regla de San Benito habla de que "la vida del monje debería ser en todo tiempo una observancia cuaresmal" (RB 49,1). ¿Puede alguien que ya camina en el desierto adentrarse más en él?

Éste es precisamente el objetivo: adentrarse, profundizar. El planteamiento ante la Cuaresma en el monasterio es doble: revisarse a ver en qué se ha bajado la guardia y debo recuperar (por Ej. alegría cotidiana), y preguntarme si todavía puedo desprenderme-convertirme de algo más (por Ej. levantarme con ganas por las mañanas -disparado a la iglesia-).

Para ello se ordena lo exterior y no al revés. Aunque un verdadero monje lleva una vida muy sencilla, en Cuaresma se procura que sea un poco más desierto en el sentido bíblico: lugar de encuentro con la realidad de uno mismo, de encuentro con Dios, de tentación, de supervivencia con lo necesario, de búsqueda de lo estrictamente necesario...

Así, esta Cuaresma será para mí la más intensa de todas. A nivel externo encontraré ayunos en las comidas, mayor aislamiento del mundo-mundial, un poco más de silencio, primeros enfrentamientos con la cítara en el coro, quizá algo menos de sueño... Pero todo ello ordenado hacia lo de dentro (lo esencial que es invisible a los ojos): el encuentro con Dios y la limpieza de corazón que esto supone.

Que nadie se enfade porque tarde en contestar un mail o porque no le ponga un SMS por su cumpleaños (eso sí: no dejo de rezar por vosotros). Lo más probable es que Internet y el móvil vayan cogiendo telarañas mientras yo voy sacando brillo a mi asiento en el coro.

¡Desconecta!

FJ