lunes, 2 de enero de 2012

Monje Vs. Cura

Sed, hermanos, imitadores míos y atended a los que andan según el modelo que en nosotros tenéis (Flp 3,17).

Tras un mes de diciembre movidito, retomar el blog con fuerza se impone (y no es uno de esos "propósitos para el año nuevo").

A lo largo de toda la historia la vida monástica siempre ha sido algo atrayente para muchos. Es bien conocido que el Santo Cura de Ars quiso dejar la vida pastoral para entrar en un monasterio cisterciense. Se intentó escapar unas 3 veces, pero siempre lo interceptaron (y eso que dicen que "a la tercera va la vencida"...). Soy de los que opinan que en realidad nunca quiso ser monje, porque cuando uno quiere verdaderamente algo, lo consigue. Cualquiera que lea los relatos de sus fugas notará una gran diferencia con Prison Break (jeje).

¿Qué es lo que en realidad mueve a un hombre a querer dejarlo todo-TODO para ser monje (eremita o cenobita)? SÓLO DIOS. Antes que el Hno. Rafael hay otros muchos que dirían esto mismo. Y precisamente todos ellos (en lo de "hombre" van varón y mujer, of course) son los que descubrieron la perla, aunque no todos consiguieran su propósito.

Ejemplo clarísimo: S. Basilio Magno y S. Gregorio de Nacianzo "el Teólogo", que hoy celebramos. Arriesgaron todo para ser monjes (eremitas en este caso), pero los planes de Dios eran otros. Eso sí, aunque ejercieran una vida pastoral en la Iglesia, siempre mantuvieron un anhelo de Dios enorme en sus corazones. Sus numerosos escritos lo confirman (no en vano son Padres de la Iglesia). Y cuanto más querían unirse a Dios, más lo conocían, más lo proclamaban... y más sed tenían.

Damos un paso más: "Señor, Dios nuestro, que estos sacramentos enciendan en nosotros el fuego de amor que abrasó los corazones de S. Basilio y S. Gregorio Nacianceno y les impulsó a entregarse sin reserva al servicio de la Iglesia" (una de las oraciones post-comunión para la Misa de hoy).

¿Alguien da más?

Basta por esta vez. Tan sólo una última pregunta: ¿hubieran sido los mismos sin su experiencia de vida monástica? O mejor, mejor: ¿era cosa de Dios que hubieran tenido esa inquietud y esa vivencia?

FJ

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